Ricardo Prado-Duarte, Muralista

“Lo primero que hice cuando tuve un plumón en las manos fue rayar”.

Ricardo Prado Duarte, 36 años, es conocido por Motta, por su cabellera afro que usaba cuando era niño. Reside en Puerto Montt desde el año 2000. Lleva más de quince años en el ambiente del muralismo y grafitis. Preside el colectivo SurPinta, integrado por 8 artistas multidiciplinarios residentes en Puerto Mont. Provistos de latas de spray, tarros de pintura, brochas y rodillos, están cambiando el aspecto de diversos espacios de la ciudad.

El muro de la calle es el gran lienzo que, en jornadas muchas veces clandestinas, los exponentes de este arte urbano aprovechan para plasmar desde letras ininteligibles hasta obras de un realismo tal que sorprende.

“Mira para contextualizar sobre las intervenciones urbanas desde lo mas espontaneo a produccion artistica, Encontramos el Tag es un formato de rayado espontánea de letras y simbolos en diferentes superfcies, es la firma que el común de la gente no entiende, pero sí son interpretados por sus pares. Después viene el FLOP, letras gordita o estilizadas que son pintadas a la rápida con un poco mas de producción. El THROW-UP, que es una pieza más grande que puede ser una pared completa con letras estilizadas. Despues el WILD STYLE, que ya es una elaboración de letras con codigos visuales pero realizados con aersosol desarrollados por grafiteros consagrados en la disciplina, lo que les ha permitido viajar hasta certámenes nacionales e internacionales de grafiti, y por ultimo esta el GRAFITI-MURAL que es la mezcla de la tecnica del grafiti con las del muralismo de brocha y pincel, permitiendo darrollar otro tipo de obras con una estetica más artistica, social y cultural”.

En este lado de Latinoamérica, es posible apreciar la mezcla que ha experimentado el graffiti-mural, con sus orígenes en la herencia del muralismo mexicano, en el activismo político de las brigadas Ramona Parra, y que recibe en los 90 las nuevas tendencias culturales que entran al pais al retornar la democracía. “ En mi caso, como Ricardo Prado, Motapinta, hago grafiti-mural. Si bien existe una tendencia al muralismo, si te acercas y lo lees, vas a ver que hay técnicas del grafiti que se trazan con aerosol como volumenes y efectos, fondos y bases que se pintan con brocha y rodillo”.

Hablaste de que había una vertiente que posee formación académica. ¿A qué te refieres con eso?

“Hay muchos grafiteros y artistas urbanos que pintan desde chicos, en el camino algunos estudiaron una carrera profesional, hoy en dia son diseñadores gráficos, profesores, arquitectos, artistas visuales, ingenieros, abogados entre otros”. En su caso, Ricardo Pardo Duarte ofrece murales a clientes particulares quienes buscan cambiar la fachada de sus locales o ambientar algún rincón, obras en el espacio público de su imaginario, y dicta talleres de muralismo en Puerto Montt y Chiloé. “Claro, puedo salir a pintar de manera espontánea cuando las producciones son pequeñas, o bien solicitar al propietario su autorización o mediante algun encargo particular”.

 

 

En el imaginario de MottaPinta sobresalen algunos tópicos, como personajes tomando mate, personajes texturizados con madera de alerce, fauna urbana con personajes como un loro choroy con cuerpo humano: “La gente igual lo siente como más propio, más cercano y, te digo, he terminado tomando once en casas de personas que les pasé a pedir el muro nomás sin conocerlos, como gente que me ha pasado lucas en la calle por retribución a lo que estoy pintando, otros me han insultado desde un auto y todo lo que puede imaginarte en la calle".Desde el vecino que te pasa a dar las gracias porque ellos no tienen acceso a ver el peroceso de la ejecución de una obra, una persona adulta mayor que te va a pasar a criticar por qué estás haciendo eso o hasta un auto que va a bajar y te va a decir: “Oye, me das tu número, quiero pintar mi local, quiero pintar mi casa”.

El colectivo Surpinta lleva más de seis años en la escena del graffiti y del arte urbano local, destaca por la buena factura de sus intervenciones y una propuesta de cuidado especial por la identidad local, ecologico y patrimonial. ¿Qué opinas cuando los noticieros informan que vagones de metro o trenes sin uso fueron pintados por vándalos?

“Creo que cada quien asume las concecuencias de sus acciones. Una vez me llevaron detenido cuando pinté un muro sin pedir permiso, era daño a la propiedad pública y tuve que asumirlo, pagar una multa y aunque no lo creas alejarme de ese muro por un año. Ahora las personas que hacen esto de manera ilegal, saben en que se estan metiendo, es parte de las concecuencias por pintar un tren o una micro o una fachada de un banco, una estatua, etc. Es parte del juego, asi es el grafiti ilegal”.

¿Cuál es la motivación para hacer esos rayados de letras que no entiende nadie?

“Desde mi punto de vista puede ser, la rabia, el ego, la adrenalina, la falta de oportunidades, dejar un legado, la necesidad de ser vistos, de que te recuerden. Hay un sinfin de interpretaciones que se le puede dar a una pieza de grafiti o a un tag. Si bien el grafitero de letras no lo considera arte, ocupa recursos gráficos de el, como el punto, la línea y relleno. Es una expresión que si bien la ciudadania no entiende, existe una subcultura que sí”.

 

 

Prado se remonta a la historia para contextualizar: “Alejandro Magno conquistó las pirámides, subió a la pirámide y puso su nombre en la pirámide. En la practica el primer tag de la historia". Y usa otro ejemplo: “A un niño sin tener nociones de nada, le pasas un lápiz y lo primero que va a hacer es rayar un muro.”

Los miembros de SurPinta buscan ser un aporte y difundir la disciplina pocisionandola como foco de desarrollo cultural a la ciudad. Realizando talleres, a niños, jovenes y adultos, exposiciones de arte urbano en espacios publicos y privados, buscan que los jóvenes encuentren otras propuestas y estéticas de expresión callejera para fomentar el arte y promocionar los talentos que de allí pueden surgir.

¿Cómo partiste en esta expresión?

“Yo partí en la escuela Licarayen con 12 años, rayando y personalisando mi pupitre, rayando los baño . Una vez el inspector me descubrió y tuve que limpiarlos, por eso tampoco lo condeno, porque igual fui así, asi nació el Mottapinta. Lo primero que hice cuando tuve un plumón en las manos fue hacer un dibujo en cualquier parte”.

¿Pero te diste cuenta en un momento de que tenías habilidades y las encausaste más civilizadamente?

“No sé si civilizadamente, pero fue despues de que entre a estudiar en la universidad, en ese momento empecé a hacer mis primeros encargos, y comencé a utilizar los conocimientos adquiridos, tengo formación profesional, estudié diseño gráfico en la Universidad Santo Tomás que complementó lo que estaba comenzando a hacer.” Recuerda el período, entre el 2007 y el 2013, en que se produce un boom del grafiti a nivel nacional.

Desde ese movimiento emergieron varios exponentes del pais, que pudieron viajar por el mundo: “El Inti es un referente ya a nivel mundial del arte urbano, y muchos más que migraron desde el grafiti a un mural más elaborado, utilizando sus técnicas y recursos”.

En su obra, se advierte un personaje característico de su mano; lo llama “care palo” y está en varios lugares de Puerto Montt, con piel de madera que transmite calidez y esa escencia sureña, la fauna la toma desde un punto de vista mas urbano generando pesonajes con cuerpo humano pero con cabeza de algun animal de la zona como bandurrias, martin pescador, chucao etc.

Por estos momentos está renovando la pintura realizada en 2017 en un muro en calle Lawrence junto a otro colega; otros de sus trabajos están en el sector de la Costanera, poblacion Libertad, etc. Muchas de estas intervenciones son autogestionadas y financiadas por él mismo. ¿Es una inversión para promocionar tu arte?

“Sí, un muro por muy caro que sea en costos de materiales y logistica, es inversión, para mí es vitrina y ejercicio de una búsqueda consante de la línea gráfica que define mi trazo por más de 10 años. Desde un personaje pintado en la antigua costanera, por allá en el 2013, que decía “aquí decimos jue” o los care palo que han nacido en los últimos años de mi carrera artística”

¿Cómo surgió esa idea de intervenir en el monumento, Sentados Frente al Mar?

“Fue durante la planificación del evento que hacemos como agrupación, llamado “Paseo del Graff 2 ”; esta es una actividad en la cual elegimos poblaciones dentro de Puerto Montt para intervenir muros y espacios, donde nos vinculamos con la comunidad del sector y juntas de vecinos para pintar sus barrios. Les planteé a mis compañeros: ¿por qué no intervenir ‘Los Enamorados’ para visualizar nuestro trabajo y buscar financiamiento para las actividades? Están inaugurando la costanera y todavía estaba latiendo la controversia del intento por cambiar la ubicación del monumento. La gente dijo: "Quédense allí, son nuestros; aunque feos, son nuestros". Prado recuerda el ninguneo con el que la autoridad local se relacionó con la icónica obra.  Prado recuerda el ninguneo con el que la autoridad local se relacionó con la icónica obra. “Se inauguró la costanera con parafernalia por todos lados, pero se dejó de lado a los enamorados, el patito feo del parque.

Nos decidimos  contactar a don Robinson Barría, porque si bien es una obra de la ciudad, él es el autor y él es quien nos tenía que dar la autorización para intervenirla”.

 

Fue un voluntariado en primera instancia, y en esa etapa, estalló la polémica por el protagonismo que levantó el Diputado Alejandro Bernales, tratando de adjudicarse la gestión e impulso de la intervención. SurPinta lo asumió inteligentemente entendiendo que “no existe mala publicidad”. Y no se refierieron más al tema. "Le escribí antes al diputado Bernales contándole del proyecto y no hubo respuesta. Teníamos claro que la gestión de intervenir el monumento nos dejaba en la gloria o seríamos eternamente criticados. Don Robinson nos dio la autorización, hablamos con el departamento de Turismo municipal en ese entonces, y apoyaron con los materiales. “Todo lo que fue alimentación y logística fue aporte de la comunidad”.

El respeto hacia la obra y de paso al autor hizo que el colectivo tuviera una buena relación con el escultor. Prado recuerda que: “Él llegó al día siguiente de que empezamos a pintar. Llegó con el hijo, preguntando: "¿En qué soy bueno?" Y llegó a trabajar con nosotros. Estábamos emocionadísimos por ese hecho”.

El muralista hace una defensa acérrima de otro exponente de la cultura de Puerto Montt. “Pablo Fierro, que hizo muchas modificaciones al pueblito de Melipulli dejando un lugar maravilloso en arquitectura , no tuvo el justo reconocimiento y se fue con su arte e imaginario a Puerto Varas”.

En ese mismo sentido, solidariza con Robinson Barría: “La obra debe interpretarse como nuestra propia idiosincrasia. Mirémonos, es parte del reflejo de lo que somos. Al fotografiar el monumento, aparece el banco Santander de fondo; da la sensación de que el entorno es puro cemento. Pero nuestra ciudad es verde, tiene vista al mar, tiene montañas y uno de los atardeceres más hermosos”.

Con una pose lejana del ego de los artistas, Ricardo anhela, generosamente, que en los próximos años sean otros los colectivos y artistas que le planteen al autor de la obra un nuevo proyecto. La icónica figura tiene a su haber otras intervenciones. La pareja encapuchada, con un árbol entre medio de los brazos, le han colgado pañuelos de diferentes causas.

Cuando se llevó a cabo una movilización para visibilizar la violencia contra la mujer, la fémina del monumento amaneció con el ojo morado, despues de nosotros un grupo de estudiantes de la universidad austral durante un dia cubrieron los enamorados con una bolza negra gigante como parte de una intervencion artistica. Finalmente, le preguntamos si es posible vivir de este oficio.

 

 

"Sí, yo le llamo gracias al “carganteo”; hago varias cosas en torno al arte, porque  no me dedico 100% al grafiti y al muralismo. Diseño logos, ilustración digital, imparto talleres en escuelas e instituciones, proyectos particulares de pintura. En mis años como grafitero-muralista, he pintado desde iglesias evangélicas a moteles. Ultimamente estoy desarrollando otros soportes,  por ejemplo realizo letreros neon led y tatuajes. Todo es cancha”.

El reconocido colectivo que lidera Pardo y sus colegas no se cansan de sumar intervenciones en diferentes puntos de la ciudad, ya que esas acciones motivan la aparición de nuevos artistas. “Hemos notado un cambio muy positivo hacia la disciplina. Muchas veces en los encuentros dejamos muros libres para que las pequeñas generaciones pinten. A veces los acompañan sus padres, recuerdo a unos chicos de Purranque que llegaron acompañados por su papá; a varios se nos llenaron los ojos de lágrimas, porque a esa edad ninguno de nosotros tuvo ese apoyo; al contrario, nos retaban”.