EDITORIAL

Milkaos con K, una minga por la cultura.

 

La minga es una tradición típicamente chilota en la cual vecinos, familiares y amigos se congregan en torno a una tarea comunitaria.

La “tiradura” de casas es un claro ejemplo de estos esfuerzos colectivos que consiste en trasladar una casa de un lugar a otro.

Esta tarea puede demandar varios días; requiere preparaciones, traslado por tierra a punta de yuntas de bueyes y navegación por mar, y finalmente, la reinstalación de la casa en su nuevo destino. Concluidas las faenas y a modo de agradecimiento, el vecino que solicitó la minga, retribuye a los que se hicieron parte de la minga con abundante comida típica, música y bailes folclóricos. Toda una fiesta. Esta idea inspiró a dar forma a la revista digital Milkaos.

A su materialización concurrieron múltiples esfuerzos, desde pequeños aportes para financiarla, horas de trabajo de profesionales para su diseño, la extraordinaria recepción de quienes concedieron entrevistas o de aquellos que aportaron material y contenidos para la línea editorial.

Este clima de optimismo que fuimos encontrando fue como si un cielo despejado y el viento sur soplaran suave, haciendo propicia esta faena. Milkaos, plantea una posición iconoclasta, rupturista y de rebeldía, no solamente por reemplazar la letra C por la K, sino porque su autogestión no responde a formas clásicas de llevar a cabo iniciativas como ésta. No nace desde la zona de confort que establece un proyecto financiado por el estado, tampoco es favorecida por ningún mecenas.

Al contrario, es una suma de voluntades y el genuino afán de contribuir, modesta pero honestamente, a la difusión del arte, la cultura y el patrimonio en esta patria chica, con fronteras claramente establecidas por la cuenca del Lago Llanquihue, por el norte y Chiloé por el sur, territorio imaginario que delimitan volcanes, cordillera y la inmensidad oceánica.

Milkaos, también fluyó en torno al recuerdo de Marcelo Morales Navarro, su memoria siempre viva, que nutrió de energía, determinación y tenacidad todo el proceso de diseño y edición hasta que se hizo realidad. 

Esta minga por la cultura hizo posible la puesta online de los primeros contenidos en el archipiélago digital, hecha desde el cariño, el respeto y la autenticidad. No tienes mayores pretensiones, pero tampoco menores.